viernes, 9 de marzo de 2012

Se busca Presidente


Hombre o Mujer, comprometido con la sociedad, experiencia probada en el servicio público, con un gran carisma y visión global para conducir a más de 100 millones de personas que viven en un país con dificultades económicas y sociales: pobreza, discriminación, desigualdad en la distribución de la riqueza, inseguridad, crimen organizado, corrupción, desempleo y descontento de la población.
El candidato debe tener habilidades probadas para negociar en ambientes hostiles, lograr crecimiento sostenido, liderazgo, venta de ideas, trabajo con otros, espíritu de servicio, así como sólidos valores, entre ellos: honradez y congruencia.
Dominio del inglés; Licenciatura en Economía, Ciencias Políticas, Relaciones Internacionales o carrera a fin. Deseable estudios de maestría o doctorado y experiencia internacional.
Se espera: reducir los márgenes de pobreza, incrementar el crecimiento del PIB, minimizar el desempleo, erradicar la corrupción, aumentar la seguridad, incrementar los programas sociales y promover - aprobar las reformas políticas, económicas y laborales que permitan al país proyectarse con mayor fuerza en mercados internacionales.
La contratación es por un período de 6 años sin posibilidad de reelección.
Interesados enviar CV y carta de presentación, así como sus expectativas económicas al correo electrónico: alfredo.garay@sdf.com.mx
FAVOR DE POSTULARSE UNICAMENTE CANDIDATOS QUE CUMPLAN
CON LOS REQUISITOS.

En México, el tema de hoy es la próxima elección presidencial, empiezan ya las campañas y por ende la búsqueda de votos, los debates, el juego sucio, las apariciones en los medios - algunas de ellas hasta “saturar” al radioescucha, televidente o lector; así hasta llegar al día de la votación.
Cómo me gustaría que la asignación de esta Nueva Chamba - la de Presidente, se empezara a hacer de una manera diferente. Recuerdo cuando uno de nuestros mandatarios escogió a su gabinete con la ayuda de un equipo de head hunters profesionales; se habló mucho de ello, algunos de los elegidos funcionaron muy bien, otros no, sin embargo se realizó un concurso de selección en el que las reglas intentaron ser distintas.
Me gustaría poner a los candidatos en una “reality”, apartarlos de los medios (el único medio sería el que los estaría observando y proyectando las 24 horas del día) … lejos de sus asesores, de los periódicos y revistas, así como de las “negociaciones tipo lobbying” en dónde el resultado de la ganancia por si misma los vende, los compromete. El reality los mostraría – tal cual son – sus hábitos, su carácter, sus valores, sus ganas de servir, su capacidad de respuesta, de manejar el estrés, de poder llegar a acuerdos.
Sería una delicia ver a Josefina Vázquez Mota intentando trabajar en equipo con sus contrincantes, a Enrique Peña Nieto recién levantado y sin su copete, o a Andrés Manuel López Obrador cocinando para todos; pues ahí los tres serían iguales, no hay nadie superior o inferior, participarían en conjunto en las tareas asignadas y todos podrían cometer aciertos o errores.
Ahora bien, imagínatelos con su liderazgo nato resolviendo situaciones “reales” en las que la presión y el estrés los pueda llevar a tomar buenas o malas decisiones, ¿alguno podría empezar a perder el estilo?, ¿serían capaces de llegar a acuerdos?, ¿que les provocaría el encierro?, ¿serían capaces de mostrarse sin “maquillaje”?, ¿sus comportamientos serían los mismos que cuando están en un acto público, sonriendo y tomándose la foto con sus seguidores?, ¿responderían igual sin la ayuda de los discursos redactados por sus asesores?. Lo que sí puedo afirmarte es que, nuestra decisión al elegir a alguno de estos seres humanos que aspiran a dirigirnos, sería mucho más acertada.
Los de recursos humanos hacemos un tipo reality para escoger al mejor candidato, lo llamamos assessment center, es una evaluación situacional en la que podemos predecir el rendimiento de una persona ante un conjunto de tareas que puedan resultar críticas en el desempeño profesional futuro en un puesto de trabajo, observamos, clasificamos, y evaluamos con precisión su comportamiento ante estas situaciones en el presente, y ahí justamente está el carácter predictivo.
Suena bastante interesante que las personas, al escoger quién se queda con la Nueva Chamba – la de Presidente, tomaran en cuenta las competencias de cada uno de ellos, su conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes, con el fin de predecir quién nos puede llevar a lograr el mejor resultado.

Alfredo Garay Morillo
Coach para la búsqueda de empleo

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