miércoles, 28 de marzo de 2012

Recién egresado y sin trabajo

Hace 20 años cuando terminé la Universidad nunca imaginé la posibilidad de no encontrar un trabajo, de hecho no tuve que esperarme a terminar la escuela cuando ya tenía un muy buen trabajo, pero no fui el único, entré a esa empresa junto con otros “recién egresados” que comenzamos una carrera, y no solamente en esa área (recursos humanos), también las áreas de mercadotecnia, finanzas, contabilidad y otras recibían a un buen número de nuevos empleados como yo; durante un tiempo ese fenómeno fue normal, siempre había jóvenes recién egresados que se integraban a su “planta”. Un día uno de mis jefes me dijo dos cosas “los tiempos están cambiando, ahora los trabajos ya no son para toda la vida y cada vez la gente se va a tener que especializar más para conseguir un empleo”, eran los años 90´s y me costaba trabajo creerlo.
Hoy los índices de desempleo están afectando con mucha fuerza a la población joven y con educación profesional, son ellos los que, al no tener experiencia profesional se encuentran con muchas dificultades para insertarse en el mercado laboral; los más afortunados deciden seguir estudiando – maestría, diplomado - con el fin de no afrontar esa situación pensando en que al tener un mayor cúmulo de estudios un día puedan encontrar un buen empleo; los menos afortunados viven historias dramáticas en su proceso de búsqueda: las empresas ofrecen sueldos bajos, solicitan una basta experiencia, aunado a que hay muy pocas oportunidades y muchos los que quieren ese puesto. Ya he leído encabezados en los periódicos amarillistas de “se suicidó por no encontrar un empleo”.
A los jóvenes siempre les he recomendado que no esperen a terminar la escuela para empezar a contar con experiencia laboral y que si van a contratarse que lo hagan en alguna área que tenga que ver con lo que están estudiando o con el área en la que quieren trabajar, pero sé que no es fácil y en muchas ocasiones la gente se contrata - en lo que encuentra o de lo que sea -  pues hay que ganar dinero para vestirse y comer.
Si estás en esa situación, debes de:
Evitar la parálisis, no hacer nada y estar quejándote es lo peor que puedes hacer y además con esa actitud las cosas no van a cambiar.
  1. Buscar trabajo pero de verdad con ganas de encontrarlo, se realista en lo que estás buscando; mi mayor queja es cuando la gente nos deja plantados en las entrevistas, la única forma de encontrar empleo es buscando “con enfoque” y asistiendo a entrevistas.
  2. Si tu carrera es de las más saturadas y apenas te estás dando cuenta, trata de estudiar algo complementario o de darle un giro a tu profesión, busca ofrecer algo que nadie ofrece en ese mercado.
  3. El puesto y sueldo “de ensueño” no existen – o hay muy pocos así - a veces es mejor tener una estrategia bien pensada de largo plazo donde lo importante es entrar a una organización y demostrar resultados.
  4. Estar dispuesto al sacrificio, si tomas la decisión de contratarte evita estar quejándote todo el tiempo de la decisión tomada.
  5. Actitud positiva, llega siempre a una entrevista sin miedo y con una actitud positiva.
Finalmente, nunca dejes de aprender, nadie te garantiza que el que hayas encontrado un buen trabajo sea permanente y muchas veces no tiene nada que ver con tu desempeño, por lo tanto tendrás que tener siempre información y actualización de lo que pasa en el mercado laboral, desarrolla otras competencias para que sigas siendo un talento atractivo para las empresas.

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