viernes, 9 de marzo de 2012

La Imagen y Tu Nueva Chamba

Estoy en la oficina esperando la llegada del próximo candidato y poder entrevistarlo; es un Gerente de Ventas para una empresa de consumo; suena mi teléfono y me avisan que una persona está preguntando por mí, le pido a Liz la recepcionista que le indique que ya voy por él. 
Por costumbre salgo a recibir a los candidatos, los llevo a una salita de entrevistas, les ofrezco algo de tomar y les indico que en unos minutos regreso a dar inicio a nuestro tema; en esta ocasión no fue la excepción. 
Llegué a la entrada de la oficina y busque a mi candidato, la recepción estaba vacía, solamente había un muchacho sentado hojeando una revista; acostumbro evitar cualquier tipo de discriminación o juicio, sin embargo fue imposible no hacerlo, mis ojos no daban crédito a lo que estaban viendo. 
Zapatos color gris, calcetines blancos, traje gris claro en una tela brillosa, camisa azul pastel y corbata gris. Cualquiera podría pensar que iba muy bien combinado, debo reconocer que los colores armonizaban entre sí, raro hubiera sido que llevara una corbata verde o amarilla, o que trajera calcetines color negro, en estricto sentido su combinación estaba bastante bien. 
Evité cualquier pensamiento al respecto, dije su nombre (incluso recuerdo que se llamaba Miguel), levantó la cabeza, nos presentamos y seguí con lo que cotidianamente hago, lo llevé a la salita, le ofrecí algo de tomar, lo invité a tomar asiento y le dije que regresaba en unos momentos para iniciar la entrevista. 
Salí de ahí y me fui directo al lugar de Sandy mi asistente, quería confirmar a que puesto se estaba postulando, me dice que en efecto iba para la Gerencia y al ver mi cara comenta: "seguro no viene bien vestido, pero tienes que conocerlo, es muy buen candidato y creo que tiene mucho potencial". 
Solo porque confío plenamente en el trabajo de Sandy regresé a la entrevista; mi segunda sorpresa fue que no solo era bueno sino que era de los mejores que había entrevistado y en efecto con mucho potencial - iniciando por unos buenos consejos para mejorar su imagen. 
¿El final de la historia?, entró a un proceso minucioso de selección, compitió con otros muy buenos candidatos y al final Miguel fue el contratado. El único "pero" que siempre se mencionaba era su manera tan peculiar para vestir, la cual siempre se pasaba por alto gracias a sus conocimientos, su estructura de pensamiento, su actitud y su basta experiencia en las ventas. 
Una pregunta recurrente en los lectores es si nosotros nos fijamos en la imagen de las personas van a una entrevista de trabajo, lo cual me sorprende pues para mí la respuesta es obvia: ¡claro que nos fijamos!, es algo que no podemos evitar. 
¿Que tenía de malo la imagen de Miguel?, bueno, lamentablemente ese tipo de combinación y color de traje no es acorde a un puesto de gerente; tengo mucha experiencia entrevistando personas y te puedo decir que estoy convencido de la frase de "antes de ser hay que parecer" y créeme que aunque él contaba con sólidos conocimientos y experiencia, antes de saber eso, al verlo no parecía que los tuviera. 
Por lo tanto, mi recomendación respecto a tu imagen es que te vistas para "parecer el puesto al que aspiras". Todos los puestos pueden ser buenos, cualquier empresa es digna, si vas para gerente tienes que parecer un gerente, si vas para secretaria también; tengo un amigo que es un fotógrafo profesional, un experto en "la lente" pero siempre lo confunden con el que va por las tortas, pero bueno, esa es otra historia…

Alfredo Garay.


No hay comentarios:

Publicar un comentario